Pocas palabras para un momento de altas tensiones y emociones colectivas.
Un sabor agrio y dulce...
Dulce para Ingrid, "los otros 14" innombrables y poco importantes para ésta máquina mediática. Dulce para sus familias, y dulce por la posibilidad que tienen de reconstruir sus vidas y luchar contra el flagelo mundial del secuestro y las desapariciones forzadas.
Dulce para ésta orquesta de trepadores en el gobierno, junto a sus principales mentores, que utilizan cualquier noticia positiva como propaganda oficial para incrementar la violencia y la polarización.
Agrias las FARC, por justificar éste escenario y a la mafia paramilitar en el estado. Agrio el gobierno que en la violencia que le conviene, justifica su tiranía.
Sabor agrio y dulce para ésta tierra que llaman Colombia, pues se confunde el furor colectivo de ¿alivio?/¿Paz?/¿Relajo?, representado en éste acto singular de liberación y la euforia de unas contadas horas, con el inexplicable sueño de paz que tanto se publicita en éste círculo de violencia que sólo sabe crecer entre nosotros.
Apenas a una hora de la liberación de estos 15 (entre más de 500 secuestrados a la fecha), RCN, CARACOL, sus matrices y filiales sumisas, sólo redondean un discurso del ministro santos, para fortalecer la idea del "no más far", mientras la suerte de quienes quedan en poder de los alzados en armas, no puede ser peor cuando pierden la única ventana de popularidad que les quedaba y la única mediana vigilancia internacional que se había acercado al conflicto.
Agrio entonces para ellos el panorama, y agrio para la verdad que tanto necesitan los habitantes de éstas tierras, sobre los tentáculos detrás de ésta obra y la continúa manipulación colectiva a la que son sometidos. Agria es su ignorancia y su servilismo a la conformidad, además de su apoyo a los agentes de la guerra interminable con su "nuevo patriotismo adquirido".
Finalmente, Agria es nuestra mayor característica en común como colombianos: la sumisión absoluta a una visión obtusa de la realidad.
En mi órbita particular, me alegra éste día por esa persona que vi hace 10 años en el parque nacional y sus banderas de oxígeno, igualmente por su familia, que una y otra vez ha denunciado las mentiras oficiales. Igualmente me alegra para el resto de familias sin protagonismo, e inclusive para los militares gringos que finalmente son una pequeña pieza de éste oscuro ajedrez.
Me indigna y entristece que detrás de ésta furia colectiva (que desaparecerá ésta noche con alguna noticia y/o partido de futbol), quedan desprotegidos la mayoría de secuestrados sin apellido y otros males que la prensa poco publica. Igualmente me deprime ésta mesquindad con la que la euforia patriótica colombiana se realza cuando así el discurso gubernamental lo desea, y los medios serviles así lo ventilan.
Parauribistas y Yidispolítica - choques de trenes e inestabilidad institucional de los tres poderes- liberación de ingrid e incremento de la belicosidad. ¿No son señales suficientes de la transformación estatal a la que nos dirigimos?
Los eufóricos nos llamarán paranoicos, a quienes creemos que ésta orquesta de violencia no va a detenerse.
A todos ellos, los eufóricos, les pregunto:
Y si ya no hay más FARC, ¿para que quieren mas URIBE?
La respuesta de ésta bestia colectiva que se ensancha con confianza en éste país es muy sencilla:
"Para dejar de una vez muy claro quién es el que manda la parada".
Quien quita y tenga razón, de ésta forma no tendremos que esperar que no lo digan explícitamente los sumisos medios, sino sabremos con seguridad que acá nunca ha habido democracia, y que la mafia, imperante y firme en el estado, ya no tiene que decir mas mentiras, ni vestirse de fascista o de comunista, cualquiera que sea su color.
Mientras tanto en el salón de las dudas que jamás tendrán respuesta:
1. John MCCain pasó por aquí por estos días, que cosas no?
2. ¿Ingrid no estaba acaso aislada del resto del grupo? ¿Qué razones habrían para haberla reunido nuevamente con el grupo?
3. Me pregunto, si esto fue realmente un rescate y no una liberación premeditada y acordada, cuantas probabilidades matemáticas existen para que un rescate de tal grado se pudiera llevar a cabo, sin ninguna bala. Es decir, Ingrid y un grupo tan grande, siendo la clase de prisioneros que eran y siendo buscados por donde fuera, ¿estaban a cargo de dos ingenuos y engañados guerrilleros?. No habría en caso de un rescate, una orden distinta a la de quedarse quietos mientras el premio gordo se les va.
4. ¿Será que a Dago Garcia ya le dieron el guión para ésta gran película de rescate?. Porque el guión ya se lo tiene yamid escrito al espíritu de sus melodramas.
3 fuerzas alrededor:
Interesante tu punto de vista, me dejó un sabor agri-dulce
Mi estimado amigo, nuevamente gracias por mantener abiertos los ojos con suspicacia y crítica seria, comparto en gran medida su opinión y me pregunto si este hecho no es más que un acto de propaganda.
No en vano sucede a tan sólo pocos días de un anuncio medio absurdo del Presidente. Un poco extraño, ¿no?
Me alegra profundamente por los secuestrados y sus familias, ellos poco tienen que ver con esta maquinaria maquiavélica que se ha instaurado en nuestras tierras.
Bueno... a mi independiente de como se llego al resultado, me alegra el resultado.
Lo que me parece risible es la actitud de ciertos uribistas. Uribistas que montaron grupos en facebook y mandaban correos en cadena calumniando a Ingrid Betancur, asegurando que ella se autosecuestró y que era parte del complot de la FARC y toda clase de teorías absurdas. Me pregunto que piensan ahora, será que Uribe y el ejercito se prestaron para el montaje? Estarán realmente felices o la sonrisita les saldrá de dientes para afuera? Hay que ver que hay ciertas personas que se proclaman de muy humanitarias cuando en el fondo son lo más inhumanas e insolidarias con el flagelo del secuestro.
Saludos, no sabía que habías vuelto al blog, a ver si revivo el mío que lo tengo más abandonado...
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