Los escritores y pensadores Andrew Cohen & Ken Wilber debaten en el libro "Libertad de Cara al miedo", sobre el desafío de mantenerse conectado con una perspectiva espiritual elevada mientras la propia supervivencia de la humanidad pende de un hilo. Importantes preguntas que nos confrontan con nuestro propio ser a través de una espiritualidad consciente y exponente de lo mejor de cada uno de nosotros.
ANDREW COHEN: En estos días, la mayoría de las personas están conscientes del hecho de que estamos en lo que muchos consideran una crisis global. En este momento en particular, por supuesto, estamos más conscientes de la gran crisis financiera, pero esto está sucediendo en el contexto de otros peligros que se vislumbran –la amenaza del terrorismo, el desafío climático y la destrucción de nuestro ambiente natural, por nombrar sólo algunos. En esta edición de EnlightenNext presentamos un número de prominentes futuristas que nos ofrecen sus perspectivas de lo que podríamos enfrentar en los próximos meses, años y décadas. Pero yo pensé que tú y yo podríamos aproximarnos al tema desde una perspectiva levemente distinta y mirar la relación individual, subjetiva, existencial, intelectual, emocional y espiritual con la crisis. Yo he pensado bastante en este tema, y he hecho algunas observaciones interesantes en mí mismo y otras personas. He notado que lo que sucede cuando los seres humanos se asustan es una profunda contracción en el ser. Cuando nuestro estilo de vida y nuestra sensación de libertad son amenazados, no sólo hay una contracción emocional sino también una contracción intelectual, filosófica y espiritual –una contracción de nuestra capacidad de pensar en términos más amplios.
KEN WILBER: Eso es correcto. Los tiempos de crisis tienden a agravar la contracción del ser. Y esta edición es crucial en este momento, dada la naturaleza de estos tiempos.
EL IMPACTO ESPIRITUAL DE LA CRISIS
COHEN: Pienso que esto es particularmente conmovedor o significativo para personas que están interesadas en lo que podemos llamar una perspectiva y visión espiritualmente inspirada. Todas las formas de espiritualidad mística están basadas en una experiencia directa o la aprensión a lo limitado –una libertad primordial, una expansión infinita, una plataforma eterna de todo lo que es. Y cuando tenemos esa clase de experiencia, cuando nos volvemos conscientes de cualquier “no limitación”, eso afecta dramáticamente la forma en que pensamos sobre lo que significa ser humano. Tú y yo hemos hablado bastante sobre la fricción misteriosa y milagrosa que ocurre cuando el sentido inherentemente limitado del ser individual comienza a despertar a esa dimensión de la realidad que es absolutamente sin límites. Es la fricción entre lo ilimitado y lo limitado que da nacimiento al éxtasis espiritual y a la inspiración espiritual y las perspectivas espirituales. En la espiritualidad evolucionaria, ese sentido de no tener límites es experimentado no solo en el primordial Fundamento del Ser, más allá del tiempo y de la forma, del que hablan las tradiciones místicas, sino también en el mundo del tiempo y la forma a través de un despertar directo hacia lo que yo llamo el impulso evolucionario mismo.
Ese impulso no es otro que la fuerza motora detrás de toda la creación. Cuando experimentamos ese impulso evolucionario, nos volvemos conscientes de un sentido de potencial infinito que va alcanzando y expandiéndose permanentemente hacia el futuro desconocido. Nos está llamando hacia él, implorándonos que le respondamos y nos volvamos uno con él en un abrazo de éxtasis con el proceso de la vida. Ahora, hablando más generalmente, cuando los seres humanos son amenazados en su nivel de supervivencia –ya sea por la guerra, la enfermedad, el calentamiento global o el Apocalipsis- tiende a haber una contracción.
Cuando nos preocupamos por la supervivencia, dejamos ir nuestra perspectiva espiritualmente despierta y iluminadamente evolucionaria y simplemente nos preocupamos de nuestro propio bienestar. Perdemos, literalmente, contacto con la luz. Y haciendo eso, perdemos contacto no solo con la apertura infinita y la libertad inherente del Fundamento del Ser, pero aún más importante en términos de lo que me interesa, con la consciencia de nuestro potencial de desarrollo infinito, nuestro potencial para evolucionar conscientemente. Entonces yo he pensado que puede ser bueno para nosotros que hablemos un poco de cuán importante es dejar que eso no suceda nunca, sin importar lo que pase con nosotros. Pienso que es crucial que las personas entiendan que el instinto de supervivencia aparece naturalmente en nosotros porque hemos estado sobreviviendo todo tipo de crisis por cientos de miles de años!
Pero el instinto de evolucionar, como está comenzando a revelarse –esa aspiración espontánea de ser más consciente- es muy nuevo. Para la mayoría de los seres humanos es una consciencia apenas emergente. Entonces, este instinto nuevo debe ser protegido y nutrido, y no debemos dejar que quede enterrado debajo de todo el miedo que aparece naturalmente cuando nuestra supervivencia parece ser amenazada.
WILBER: Pienso que eso es exactamente correcto. Los temas que tú señalas son realmente cruciales en
este momento, dado el sentido de carencia en nuestro mundo, la sensación de que algo está faltando, la sensación de estar asolado por la pobreza.
Una manera útil de mirar esto es a través de la jerarquía de necesidades de Maslow. Abraham Maslow descubrió empíricamente que las personas son motivadas por alrededor de media docena de necesidades fundamentales, las que representó como una pirámide con las necesidades más básicas en la parte inferior de la pirámide. Observó que cuando satisfacemos lo más básico de esas necesidades, la siguiente necesidad más alta aparece. Cuando las necesidades fisiológicas y de seguridad están satisfechas, aparecen las necesidades de pertenencia, de amor, de estima e incluso de auto-realización. Pero lo que él descubrió que es particularmente interesante en términos de este debate, es que las necesidades humanas están divididas en dos grandes tipos de motivación, las que llamó necesidades deficientes y necesidades de ser. Las necesidades deficientes son necesidades que están motivadas por una carencia –y las cinco que yo acabo de mencionar, desde las fisiológicas a la auto-realización, son necesidades deficientes.
Pero Maslow descubrió que luego de que las necesidades de auto-realización son satisfechas, emerge una clase completamente diferente de motivación – una motivación que no está motivada por la carencia sino por la abundancia. Llamó a estas necesidades de ser –y la necesidad de auto-trascendencia era el ejemplo que utilizaba. En este punto, lo que sucede es que la persona ha comenzado a entrar en contacto con la dimensión absoluta de su ser, con una libertad primordial ilimitada y completitud, una gran perfección, apertura infinita, un ahora sin tiempo, el gozo de la dicha y la felicidad del Fundamento de todo Ser. Cuando entran en contacto con eso, su motivación es de completitud, de abrirse, de abundancia. Es como si te dieran mil millones de dólares –lo primero que haces es empezar a compartir con tus amigos, opuestamente a lo que harías si tuvieras sólo diez dolares y estuvieras mendigando.
Entonces, el punto esencial en tiempos de crisis, como has estado diciendo, es no dejar que las circunstancias agraven la contracción del ser y ocasionen una regresión desde las necesidades de ser a las necesidades deficientes. No dejar que esa amplia dimensión de motivación por la auto-trascendencia, e incluso la auto-evolución, se pierda y retroceda hacia la auto-estima, el sentido de pertenencia o las necesidades de seguridad.
COHEN: Exactamente. Especialmente porque esa necesidad de evolucionar conscientemente es algo tan nuevo, apenas apareciendo en la punta de la pirámide, es demasiado fácil perder contacto con ella.
WILBER: Uno de los estudiantes más importantes de Maslow fue Clare Graves, cuyo trabajo formó la base de las Dinámicas de Espiral, de la que hemos hablado en varias oportunidades. En su investigación sobre valores humanos, Graves encontró dos clases esenciales de motivación, las que llamó primer estrato y segundo estrato. Las etapas del primer estrato de Graves son similares a los primeros cinco niveles en la jerarquía de necesidades de Maslow, las necesidades deficientes, mientras los niveles del segundo estrato corresponden generalmente a las necesidades de Maslow de ser. Para Clare Graves, uno de los factores que definen el segundo estrato es que existe una caida dramática del miedo. Y eso es importante.
COHEN: Muy importante.
WILBER: El nivel de miedo es realmente una suerte de marcador de cuán identificado te sientes con el ser individual, simplemente separado. Los Upanisad dicen: “Donde sea que haya otro, hay miedo”. La consciencia más elevada –la consciencia de la no dualidad, de la esencia- trasciende el sentido de separación que es inherente en la dualidad sujeto-objeto. Los individuos motivados por necesidades de auto-trascendencia, necesidades de ser, se sienten a sí mismos como uno con la manifestación. Los Sufi lo llaman la Identidad Suprema. Y está lo que los Zen llaman dejar el cuerpo-mente, donde ya no estás más identificado sólo con el cuerpo-mente individual, entonces el miedo se cae también, porque hay mucho menos preocupación por el destino de este organismo individual. Aun si permitimos que los tiempos de crisis reactiven la auto-contracción y permitan una regresión hacia el primer estrato o las necesidades deficientes, entonces estamos permitioendo que estas condiciones nos alejen de la consciencia Cósmica, fuera de la esencia radiante, radical y no dual, y hacia uno de las estructuras de valor más bajas, que está aislada, separada y contraída. Desafortunadamente, esa es una de las cosas principales que suceden durante tiempos como este.
COHEN: Todo eso es verdad también. Yo aliento a las personas que están leyendo o escuchando esta conversación a que presten atención a este movimiento en ellos mismos, que miren de cerca a sus propias respuestas a las circunstancias actuales a la luz de los tipos de distinciones que estamos haciendo. Cuando preparábamos esta edición, tuvimos una entrevista con el futurista John Petersen (ver artículo sobre el 2012), quien describió imágenes un poco deprimentes de nuestro futuro más cercano. Después de escuchar la entrevista, me vi a mi mismo descender literalmente desde lo que has estado llamado necesidades de ser y bajar directamente a un nivel de supervivencia. De repente, todo a lo que he dedicado mi vida y todo por lo que estoy viviendo – la evolución de la consciencia y de la cultura y la gloria inherente de esto en cada momento- pareció desaparecer. Me encontré a mí mismo pensando: “No tiene sentido hacer esto. Sólo necesitamos encontrar una forma de salir de esta crisis”. Me tomó alrededor de tres o cuatro horas volver a estar en contacto con la belleza y la gloria de lo que siempre me ha motivado.
Entonces me gustaría que las personas piensen sobre las distinciones que estamos haciendo –que pasen algo de tiempo prestándole atención a esos momentos cuando hacen este descenso hacia el miedo y vean cuán diferente se empieza a ver el mundo. Una cosa es simplemente debatir cosas como esta, pero es algo distinto verlo en la experiencia personal de cada uno. Estas vueltas internas pueden suceder muy, muy rápidamente, especialmente si nos enfrentamos con crisis verdaderas. Lo que necesitamos aprender a hacer, porque estamos enfrentando una crisis verdadera, es no perder la perspectiva y no perder contacto con esa dimensión de nuestra experiencia que no es relativa y que siempre ha sido más importante que cualquier otra cosa.
WILBER: Es crítico. Es por eso que en estos tiempos nuestra práctica espiritual se vuelve esencial. Realmente tenemos que desarrollar una consciencia elevada de nuestros propios mecanismos internos y saber qué es lo que puede apartarnos de estar anclados en esta consciencia incalificable, sin tiempo, y retrocedernos a un modo contraído de supervivencia. Eso es realmente importante, porque existen algunos temas serios de supervivencia en este momento.
COHEN: Absolutamente.
WILBER: Puede que no lo logremos como especie. Existen inquietudes muy, muy reales. Y ser capaz de observar las dinámicas internas, verse a sí mismo contraerse al enfrentar eso, es un maestro supremo. Es una oportunidad, como lo describiste en tu propio ejemplo, de aprender realmente cómo tú permites que el modo de supervivencia te aleje de tu ser verdadero y tu consciencia ya en libertad.
COHEN: Sí. La razón por la cual es tan importante es que cuando desdendemos por la escalera del desarrollo, no es sólo la experiencia que sentimos la que se contrae; también lo hacen nuestras perspectivas y nuestros valores. Perdemos contacto con lo más elevado, con lo que tiene gloria inherente, y nos contraemos a una orientación de vida de mucho temor.
WILBER: Sí.
COHEN: A menudo, los seres humanos que son capaces de hacer una diferencia en estos tiempos, son aquéllos que son capaces de ver estas crisis tan reales y eventos globales dentro de un contexto amplio de desarrollo –verlo como parte de un proceso mayor, que en sí mismo es indestructible. No perder contacto con esa perspectiva es crítico, porque el problema es que cuando perdemos contacto con la perspectiva más amplia, perdemos contacto con la mejor parte de nosotros mismos. Ese es el gran desafío en tiempos como estos.
WILBER: Hemos visto mucho de eso individualmente, culturalmente y a nivel planetario.
COHEN: Por eso es tan cierto lo que dijiste sobre la importancia de la práctica. Creo que uno tiene que ser un héroe espiritual para poder mantener un ojo en la plataforma sin tiempo de la conciencia misma y en esta perspectiva evolucionaria cósmica más amplia. Uno necesita tener un profundo samadhi, un foco poderoso, una estabilidad de propósito, una perspectiva amplia, un panorama evolucionario –y todo esto necesita ser cultivado.
WILBER: Esa es una tarea desafiante, sobre todo cuando en un sentido sicológico, cultural y económico, el mundo está atravesando una gran depresión. Esta sucediendo en los cuatro cuadrantes, como podríamos decir: el sicológico, el cultural, el social y el biológico. Es como si una energía sutil de conciencia se esta contrayendo a sí misma, y eso es lo que está siendo transmitido a todos nosotros. Eso es lo que sucede durante tiempos de supervivencia. Entonces, estar conscientes de eso y mantener en mente la perspectiva más amplia es exactamente lo que se necesita hacer, Es por ese motivo que estos tiempos son oportunidades, en ese sentido, para ser capaces de encontrar esta consciencia de ser incluso en las nieblas de la auto-contracción de supervivencia y ser capaces de asegurar esa presencia incalificable, infinita, gozosa, radiante y sin tiempo en nosotros mismos, aun cuando vamos tomándonos seriamente los temas de nuestro mundo manifiesto que necesitan ser atendidos. Eso no significa decir que solo queremos estar en contacto con valores espirituales e ignorar la crisis. Estamos hablando de estar en contacto con ambos –con el samsara y con los problemas que están sucediendo alli y con nirvana, que es la gran liberación suprema.
COHEN: Sí, y yo agregaría algo a eso. Una cosa es estar consciente de la naturaleza inherente y atemporal del Fundamento de todo Ser –ese nirvana infinito y radiante del que hablas. Pero también queremos estar conscientes del impulso evolucionario, de la chispa creativa de extasis que despierta en consciencia, la aspiración de evolucionar y de desarrollarse que es motivada por una clase de urgencia utópica. Es un impulso de expresar esa perfección inherente y totalidad que intuimos de la dimensión no manifiesta atemporal aquí en el reino manifiesto. Entonces, yo sólo quería agregar ese elemento a lo que tú estabas diciendo. El desafío no es sólo no perder contacto con el primordial y atemporal Fundamento del Ser; es también no perder contacto con ese impulso utópico, esa aspiración de manifestar perfección.
WILBER: Para todos los seres.
COHEN: Sí, para todos los seres y para el universo mismo.
CUANDO LA NUEVA ERA SE ENCUENTRA CON EL APOCALIPSIS
COHEN: Tú sabes, hay muchas personas que dicen que es necesario un colapso completo hará que lo nuevo pueda emerger, y entonces de las cenizas puede ocurrir una regeneración extraordinaria. No me refiero solo a los apocalípticos fundamentalistas. Me refiero a personas que son generalmente bastante progresistas en sus puntos de vista. Pero yo no estoy de acuerdo con esa forma de pensar. Si todo colapsa, vamos a tener que luchar sólo para regresar al lugar en donde estábamos, y más aún para avanzar! Pero demasiadas personas de orientación espiritual tienden a pensar de esta manera, y yo creo que es un poquito inocente, si no incluso peligroso.
WILBER: Yo siento que es inocente. Es como volver al virus del Y2K una y otra vez – la noción de que va a haber un colapso social completo y que luego va a crecer el amor y la compasión que nos va a reunir nuevamente. Es un pensamiento adorable, pero es altamente inocente y muy poco práctico. Lo que ese tipo de colapso realmente hace es lanzar a los seres humanos hacia abajo en la escala de desarrollo, hacia abajo al primer estrato –a las necesidades fisiológicas, de seguridad, necesidades de supervivencia. Si hubiera un colapso mundial, seríamos lanzados hacia abajo en la escala de las formas tecnológicas de existencia. Estaríamos en las calles recolectando comida. Luego tendríamos que aprender como cultivar comida nuevamente y pasar de la horticultura a la agricultura, y luego desarrollar maquinaria y lentamente buscar nuestro camino de vuelta hacia la era industrial y desde allí a la era de la información. Entonces, la idea de que de alguna manera un colapso completo va a deshacerse justo de las cosas malas y va a dejar todas cosas buenas implícitamente en su lugar es un poquito loca.
COHEN: Es como cuando un mito de la Nueva Era se encuentra con una perspectiva apocalíptica tradicional.
WILBER: Sí. Ahora, si miramos la historia humana, vemos que los seres humanos casi nunca han actuado con suficiente previsión y sabiduría como para cambiar el curso de los problemas mundiales antes de que ocurra algún tipo de catástrofe. Usualmente, algo tiene que enfermarse antes de que le demos suficiente atención para arreglarlo. Entonces, es de allí de donde sale esta idea del colapso. Pero es irracional exagerar y decir que tiene que ser un colapso total antes de que algo vaya a cambiar.
COHEN: O incluso peor, decir que ese colapso va a pavimentar el camino para esta renovación
extraordinaria.
WILBER: Sicológicamente, eso simplemente no sucede. Tecnológicamente, no sucede. Y culturalmente, tampoco sucede.
COHEN: A un nivel individual, he visto muchas personas que atraviesan algunas etapas bastante malas y se hunden a niveles más profundos o estructuras dentro de sí mismos. Pero ese raramente es el catalizador de algún tipo de despertar extraordinario o renovación. Hay casos ocasionales, por supuesto, donde este tipo de cosas suceden, pero es la excepción más que la regla. Entonces, yo pienso que en la espiritualidad popular, y tambien en algunas tendencias tradicionales, este es una especie de mito que ha sido sobreenfatizado. El hecho de que puede ser verdad en algunas excepciones no lo convierte en una regla. Usualmente es todo lo contrario.
WILBER: Sí. Pienso que se trata de una mal interpretación de cómo ocurre el crecimiento y el desarrollo. A pesar de que es ciertamente el caso de que en algunas instancias un tipo de fracasi es necesario para que ocurra un avance considerable.
COHEN: Absolutamente.
WILBER: Espiritualmente, el ego tiene que fracasar para que el satori avance, y asi sucesivamente. Pero eso es bastante diferente de que colapse el mecanismo completo de la cultura. Eso no va a generar amor y paz –va a generar guerras por la supervivencia, agresión, rabia, odio.
POR EL BIEN DE LA EVOLUCION MISMA
COHEN: Tú sabes, a pesar de lo mal que se ven las cosas, Yo tambien siento –y por supuesto puedo estar equivocado- que de una u otra forma vamos a salir de esto. Parece haber tal sentido de buena voluntad, positivismo, pasión por la vida e ingenuidad en el espíritu humano, y aún más desde la elección de Obama. Siento tan fuertemente en mí que no parece que vamos a dejar este planeta muy pronto. No es seguro que vayamos a superar la crisis, pero yo siento que eso es más probable que cualquier otra cosa. Nuestra voluntad de supervivencia y nuestra capacidad de innovación son tales que intuitivamente se siente como si fuéramos a encontrar el camino.
WILBER: Personalmente, yo creo que ese es el caso. Creo que esas circunstancias donde es casi un hecho –no un colapso completo pero tiempos económicamente estresantes- pueden ser parte del stress evolucionario que ayuda a la humanidad a darse cuenta de la necesidad de unirse. Una de las buenas formas de mirar nuestro predicamento presente es que la crisis ecológica es básicamente la primera crisis mundial, la primera que afecta a cada hombre, mujer y niño sobre el planeta. Ese tipo de crisis no había sucedido antes, y lo que está empezando a mostrarnos es que en términos de la evolución de las estructuras sociales, hemos alcanzado el límite de lo que la nación-estado puede hacer. Hay tres cosas que las naciones-estados ya no pueden controlar: No pueden controlar los temas climáticos mundiales en los grandes denominadores del planeta completo; no pueden controlar temas monetarios por sí mismos y no pueden controlar la guerra. Entonces, esos temas están empujando de forma evolucionaria contra las limitantes de nuestra actual manera de organizarnos socialmente, y nuevas formas de organización social que son globales y planetarias van a comenzar a emerger. La globalización, tanto en su sentido negativo como positivo, está aquí, está sobre nosotros y realmente está mostrando que se necesita una transición hacia la siguiente forma de organización humana, una que va a tener que incluir una suerte de federación mundial.
COHEN: ¡Qué emocionante!
WILBER: Y tener temas globales en su corazón. Entonces, estamos justo en el comienzo de eso, y es un período de la evolución espiritual que asusta y emociona. Es uno de los lados positivos de la crisis el que estamos mirando ahora.
COHEN: Ojalá los líderes del primer mundo sean capaces de dar un gran salto, porque el salto hacia una federación global es realmente grande…
WILBER: Es cierto. Nadie va a entregar poder voluntariamente. Entonces va a continuar tomando una serie de crisis.
COHEN: Forzarlo, hacer que suceda.
WILBER: Correcto. En dosis moderadas, estas crisis nos empujan a crear nuevas soluciones.
COHEN: Idealmente, este tipo de crisis pueden ser momentos oportunos para que los individuos y las culturas que normalmente tendrían un mayor desafío para llegar a darse cuenta de que va a ser mucho más fácil sobrevivir y prosperar juntos que solos. Cuando se percibe una amenaza, sea desde un enemigo común o desde la naturaleza, nosotros los seres humanos hemos probado históricamente que queremos unirnos para una mutua supervivencia. Pero también es importante darse cuenta de que casi nunca ha sucedido que individuos y grupos se unan para evolucionar.
WILBER: Correcto…
COHEN: Por supuesto, si enfrentamos una amenaza común, hay ciertas diferencias que vamos a tener que dejar para poder unirnos. Vamos a tener que hacer sacrificios por el bien de nuestra supervivencia colectiva. Pero esto también es cierto para la evolución de la consciencia. Cuando los seres humanos se unen para evolucionar conscientemente, van a tener que hacerse determinados tipos de sacrificios, y yo no creo que esto haya sucedido alguna vez. Entonces, esto es algo de lo que yo hablo bastante a menudo para intentar y darle a las personas una sensación de lo que yo siento que se necesita hacer ahora. Hemos probado que podemos unirnos cuando somos amenazados por un enemigo común pero, podemos unirnos para evolucionar? Lo que todavía tiene que suceder, tal como yo lo puedo ver, es que los seres humanos se vean obligados a unirse para crear el futuro, para hacer un mundo mejor y más iluminado –no ser empujados por las crisis o el miedo, sino inspirados por el amor a la verdad, el amor a Dios, por el bien del impulso evolucionario mismo. Eso no ha sucedido todavía. Es algo importante para que las personas piensen. Incluso las más extraordinarias innovaciones –sea en tecnología o en sobrecogedores actos de compasión y valentía- a menudo suceden como resultado de la crisis o la guerra. Pienso que la humanidad como un todo tiene todavía que alcanzar ese punto en donde nos descubrimos a nosotros mismos inspirados a trabajar juntos, no porque haya una amenaza común sino porque no hay nada más que hacer.
WILBER: Eso es verdad, y los estudios demográficos nos pueden ayudar a ver por qué ese es el caso. Si miras el desarrollo moral, se devela como virtualmente todas las líneas de desarrollo a través de cuatro grandes etapas. Las podemos llamar egocéntrica, etnocéntrica, mundocéntrica y Kosmocéntrica.
Egocéntrica significa que la moral se decide por lo que siento. Lo correcto es lo que yo digo que es correcto, y lo que es bueno es lo que es bueno para mí, y al diablo con todos los demás. Esa es la parada narcisista, egocéntrica que se expresa en las etapas tempranas del desarrollo moral en individuos y culturas. Ese contexto moral se expande cuando los individuos empiezan a incluir a otros en sus grupos, en consideraciones morales. Entonces, lo que es correcto y bueno se convierte en lo que es bueno para mi tribu, mi familia o mi nación. Esa es la etapa etnocéntrica. Y luego la siguiente etapa es mundocéntrica, y esa ve lo que es correcto o bueno en términos de lo que es correcto o bueno para todos los seres humanos, sin importar su raza, sexo o credo. Y finalmente, en la etapa Kosmocéntrica es lo correcto para todos los seres –no sólo humanos sino la gran consciencia que mira hacia fuera a través de los ojos de cada ser y en identidad con todo el Kosmos.
Entonces, cuando miramos el mundo en términos del desarrollo actual, la imagen es un poco deprimente: setenta por ciento de la población mundial está en la etapa etnocéntrica o más abajo. Pero tenemos que recordar que ese continúa siendo un enorme salto desde donde estábamos en los tiempos premodernos. Hay un avance sostenido de los individuos que expanden el amor, el cuidado y la compasión más allá de ellos mismos y más allá de su tribu hacia todas las tribus y, de hecho, a todos los seres. Estamos avanzando en eso y llegando un poquito más cerca, pero no creo que estemos en un punto donde el mundo vaya a juntarse en una unidad colectiva.
COHEN: Por supuesto. Pienso que avanzaremos bastante hacia el futuro antes de que algo así suceda. Pero no estoy hablando de toda la humanidad uniéndose en algún tipo de armonía perfecta. Sólo estoy diciendo que es muy raro o al menos no se ha escuchado que algún grupo de individuos se reúna solo por el bien de la evolución misma, sin ser empujado por ningún conflicto. Generalmente, lo que ocasiona que trascendamos nuestras diferencias y nos unamos son las crisis, no estos motivos altamente espirituales.
WILBER: Eso es exactamente correcto.
COHEN: Y es importante. A menudo las personas creen que responder a los problemas y a las crisis es evolución. Y yo digo, bueno, no necesariamente. Evolución realmente significa moverse hacia adelante, la creación de algo nuevo, no sólo una restauración de la paz y un retorno a la forma en que las cosas eran antes. Por supuesto, el conflicto, como hemos estado diciendo, puede y a menudo de hecho nos obliga a encontrar nuevas formas de avanzar creativa y prácticamente, y eso es bueno. Pero eso es distinto de lo que significa evolucionar porque sí, que es el motivo más elevado que hay.
WILBER: Correcto.
COHEN: Por lo que yo pienso que es muy importante no confundir la aspiración de hacer del mundo un lugar mejor arreglando sus muchos problemas con la aspiración de evolucionar conscientemente. El impulso evolucionario es, finalmente, por sí mismo. A medida que vamos despertando hacia este impulso evolucionario, comenzamos a entender que la mera supervivencia no es el motivo por el cual estamos aquí. Consciente e intencionalmente tratando de evolucionar, individual y colectivamente, por la evolución misma del proceso creativo completo, es lo que infunde a la vida humana con un propósito y un significado más elevados. ¡Y qué mundo tan extraordinario podemos crear cuando estamos en contacto con esta mejor parte de nosotros mismos!