Tomado de verdadabierta.com.
Con base en las declaraciones de varios ex jefes paramilitares y otras pruebas recogidas durante la investigación del asesinato del popular humorista y periodista Jaime Garzón en la madrugada del 13 de agosto de 1999, los abogados que representan a la familia como parte civil en el proceso pidieron a la Fiscalía vincular como posibles instigadores del crimen a los generales retirados Harold Bedoya, Jorge Enrique Mora Rangel y Rito Alejo del Río.
En una rueda de prensa este miércoles, que tuvo lugar cuando finalizó la conmemoración de los 12 años de la muerte de Garzón, la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Comisión Colombiana de Juristas, abogados de los Garzón, dijeron que su larga investigación “pudo constatar que el asesinato de Jaime Garzón había sido encomendado por Carlos Castaño Gil al grupo de sicarios ‘La Terraza’, por orden de altos oficiales del Ejército, siendo José Miguel Narváez el contacto entre ambas partes”.
Los abogados anunciaron además que, como el asesinato ha quedado en la impunidad, pues no ha habido una investigación completa del caso y los resultados han sido siempre parciales, a nombre de la familia Garzón presentarán una demanda en contra del Estado colombiano ante la Corte Internacional de Derechos Humanos de la OEA.
En días pasados la Fiscalía había acusado al ex subdirector del DAS José Miguel Narváez como presunto determinador del asesinato del periodista. En 2004 la justicia condenó al comandante de las AUC, Carlos Castaño Gil, como autor intelectual del hecho. El fallo nunca se hizo efectivo, y el mismo año de la decisión judicial el líder paramilitar fue asesinado.
Los abogados dijeron además que antes de ser asesinado “Garzón venía siendo víctima de hostigamientos y temerarios señalamientos por altos mandos de las Fuerzas Militares, en particular, del general Jorge Enrique Mora Rangel, quien tildaba al periodista de ser amigo de la guerrilla.” El general Mora fue comandante del Ejército durante el gobierno de Pastrana.
Entre las pruebas que los abogados tienen está una carta fechada de 22 de mayo de 1998 Garzón le escribió a Mora Rangel: “General no busque enemigos entre los colombianos que arriesgamos la vida a diario para construir una patria digna, grande y en paz, como la que yo quiero y por la que lucha usted”.
Según le dijo después el mismo general Mora a la revista Semana, él no contestó esa carta porque no le dio importancia a una carta, cuyo original no llegó a sus manos. En esa misma entrevista, el general negó rotundamente que las averiguaciones que él había pedido al Zar Antisecuestro que hiciera sobre las labores humanitarias que venía cumpliendo el periodista para la liberación de secuestrados, tuvieran algo ver con su muerte. Dijo además que le encantaba ‘Quac’, el programa de humor en el que Garzón se burlaba de todos, incluidos los militares, con un personaje que daba los partes del “Que mando central” en tono tropero.
También aportan un cable de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá al Departamento de Estado de agosto de 1999, enviado con motivo del asesinato de Jaime Garzón. En éste citan a una fuente que asegura que “Garzón le contó que había organizado una reunión con el general Mora por la reacción negativa de este ante los esfuerzos de Garzón para ayudar en una posible negociación entre el gobierno y la guerrilla del ELN. El general Mora no se presentó a la reunión y en su lugar envió al general Rito Alejo del Río.”
En la comunicación de los diplomáticos estadounidenses también se cita a otra fuente que asegura que “el general Rito Alejo regañó duramente a Garzón por su intervención como gestor de paz, diciendo que en el mejor de los casos estaba siendo utilizado por los guerrilleros. Garzón salió muy afectado por las demostraciones de rabia del general.”
Y además se sostiene que Jaime Garzón y el general Mora Rangel se reunieron en una ocasión posterior. El mismo cable registró que luego del asesinato “Francisco Santos, uno de los periodistas más leídos en el país, señaló que en el caso del asesinato de Garzón no existían dudas de que los responsables eran militares de la extrema derecha.”. (Vea el cable aquí) (Santos después fue vicepresidente de la República entre 2002 y 2010).
Esta columna, según el mismo cable, desató una polémica. La cúpula militar del momento que pidió a Santos públicamente dar a conocer las pruebas que tenía para hacer semejantes afirmaciones. Igualmente el cable señala que el 18 de agosto el ex Ministro de defensa Rafael Pardo apoyó los señalamientos de Santos diciendo que había sido testigo en mayo de ese mismo año de las quejas dadas por Garzón al ministro de Defensa Rodrigo Lloreda porque el general Mora estaba haciendo una campaña de difamación en su contra.
Los abogados del Colectivo y de la Comisión señalaron también a Harold Bedoya como miembro del grupo de altos oficiales que, según sus investigaciones, instigó el asesinato de Garzón. En 1999, cuando sucedió el crimen, el general Bedoya, que fue comandante del Ejército bajo el gobierno de Ernesto Samper, ya se había retirado y ya había sido candidato a la Presidencia en 1998 por el Movimiento Fuerza Colombia.
“El DAS y los servicios de Policía Judicial Nacional (Sijin) fraguaron una versión del crimen con falsos testigos, algunos de ellos informantes del DAS”, recordaron los abogados, algo que la propia justicia confirmó en un fallo en el cual tumbó lo actuado en el caso Garzón porque descubrió las irregularidades. Ellos explicaron que, a pesar de sus demandas, la Fiscalía insistió en esta línea investigativa “descartando otras posibilidades que conducían a una presunta responsabilidad de funcionarios estatales”.
Otros antecedentes
Luego de la acusación a Carlos Castaño por parte de la Fiscalía en el 2002, el caso se estancó pues tanto los juzgados del Circuito Penal, como los del Circuito Penal Especializado de Bogotá, rechazaron el caso y se declararon impedidos para juzgarlo. La Corte Suprema de Justicia reasignó el caso nuevamente al Circuito Especializado de Bogotá.
En noviembre de 2004 el Juez Séptimo Penal Especializado de Bogotá condenó a Carlos Castaño a 38 años de cárcel por el asesinato de Jaime Garzón y ordenó a la Fiscalía comenzar la investigación de nuevo. Así mismo pidió a investigar la conducta de los agentes del DAS que habían investigado el caso y de cuatro testigos que rindieron falsos testimonios dentro del proceso, y la presunta participación de uno de ellos en la muerte de un testigo.
Según los abogados dijeron en la rueda de prensa, “la Fiscalía no adelantó ninguna investigación que permitiera develar la farsa y desviación auspiciada por los funcionarios del DAS.”. Consideran que “tal vez la razón se encuentra en la vinculación al DAS de José Miguel Narváez, en 2002 como asesor externo de la Dirección General y en 2005 como subdirector nacional”.
Sólo hasta el 2009, luego de las declaraciones de los ex jefes paramilitares y gracias al proceso de Justicia y Paz, se pudo avanzar en la investigación, en la que se involucró a José Miguel Nárvaez por el homicidio.
La familia de Garzón resumió en forma dramática la situación del caso: “Doce años después del asesinato de Jaime aún no se ha establecido toda la verdad, ni identificado y, menos aun, procesado a todos los responsables del crimen.”.
0 fuerzas alrededor:
Publicar un comentario