Selección de artículos, ensayos y documentales alternativos para quienes buscan la verdad más allá de la televisión y los medios de información oficiales!

El fín del "Fin de la Historia"

Consecuencias e impacto de los movimientos de indignación del 2011.

Moloch, o la sociedad industrializada en la poesía de Ginsberg

También la segunda parte de Aullido, poema de Moloch, narrado por Ginsberg para la BBC en 1964

El síndrome de Hecatón y la religión del capital

Extracto del libro "Política del Rebelde: Tratado de resistencia e insumisión" escrito por el filósofo Michael Onfray.

Cultura, por William Ospina

Los mandatarios sólo deberían hacer lo que les mandemos. Pero ellos saben bien que, para ponerlos en su sitio, nada nos hace tanta falta como la cultura que nos recortan.

11 Principios de la propaganda moderna.

Principio de la exagera­ción y desfigura­ción: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Joseph Goebbels

lunes, 29 de agosto de 2011

Al fondo del galón de gasolina: Artículo de Juan Gossaín

Escrito de Juan Gossain publicado en Eltiempo.com

Gossaín vuelve a la reportería pura y dura, al explorar el mundo del precio de la gasolina frente a los costos de producirla, en un país que es décimo entre aquellos donde el combustible es más caro en todo el mundo. Pagamos como ricos y ganamos como pobres, dice. Dicho sea sin disimulos retóricos ni anestesia literaria: Colombia es uno de los 10 países del mundo, y el primero entre todos los de América Latina, donde más cara se paga la gasolina, incluyendo a las naciones que producen combustible, y también a las que deben importarlo.

El primer lugar lo ocupa Holanda, el segundo Noruega y el décimo Colombia. Sería una honrosa compañía si no fuera porque, según las estadísticas más recientes del Banco Mundial, los holandeses tienen un ingreso promedio anual de US$ 52.000 por habitante y el de los noruegos es de US$ 45.000, mientras el de un colombiano apenas llega a US$ 5.000.

Si uno examina con cuidado la lista completa, descubre que la nación que más se acerca a Colombia es Hungría, en el noveno puesto. Los húngaros tienen un ingreso anual de US$ 15.500 por cabeza, más de tres veces superior al nuestro. Estamos pagando por la gasolina un precio de ricos, con un salario de pobres.

Después de conocer esas cifras y de compararlas, la pregunta que empieza a zumbarle a uno en la oreja es apenas natural: ¿qué es lo que ha hecho posible semejante situación?

'Al perro más flaco...'

El pasado 20 de junio, que era lunes, el ministro de Minas, Carlos Rodado Noriega, estrenó su semana laboral con unas declaraciones públicas que fueron recogidas por la prensa. En ellas decía, con un tono ligeramente airado, que el Gobierno había comenzado a estudiar la necesidad de imponer sanciones a los vendedores minoristas de combustible, las famosas y populares bombas de gasolina, porque estaban haciendo una especulación de feria con los precios de venta al público.

Esa misma tarde me encontré con un amigo que es socio de una estación. Le mostré el periódico del día, en el que aparecía la foto del ministro, sin sonreír, porque el ministro Rodado no sonríe nunca, y menos aún cuando se trata de asuntos tan delicados.

-Te lo dije -le comenté a mi amigo-. Son ustedes los que se quedan con la plata de la gente.

-Tú, que te las das de periodista -replicó-, averigua la verdad, para que veas que al perro más flaco se le pegan las pulgas.

Guardó silencio unos segundos, mientras bebía un sorbo de jugo de patilla. Luego me dijo, con un acento de ironía:

-Pero como tú te la pasas escribiendo sobre tus compadres de San Bernardo del Viento...

Confieso que me sentí desafiado y herido en ese orgullo profesional que los periodistas alimentamos hasta la hora de la muerte. Le hice caso. Me dediqué a investigar el asunto en los dos meses siguientes, con la misma disciplina del muchacho aplicado que prepara sus exámenes finales.

Lo que vale producir

Para empezar por el principio, no sobra recordarles a ustedes que el petróleo en Colombia está bajo control estricto del Estado, a través de Ecopetrol, que procesa la gasolina y luego la vende a los mayoristas, que, a su turno, la revenden a las estaciones de servicio.

Lo malo es que la información oficial está desactualizada. En el 2009, ante una perentoria exigencia del senador Luis Fernando Velasco, el Ministerio de Minas accedió por fin a revelar cuánto le vale a Ecopetrol producir un barril de gasolina. Esos costos incluyen gastos en el hallazgo, la producción, la refinación y el transporte.

El propio Ministerio dijo entonces que cada barril que produce le cuesta a Ecopetrol, en total, US$ 28,25, que, al cambio de hoy, son 50.900,50 pesos, lo que significa un costo de 1.642 pesos por galón.

(Dicho sea entre paréntesis, de un barril de petróleo se obtienen, en promedio, 39 galones de gasolina, según los estándares internacionales, pero en Colombia ese mismo barril solo rinde 31 galones y medio. ¿Por qué? Porque, aunque la empresa no quiera reconocerlo, las dos refinerías que tiene Ecopetrol, una en Cartagena y la otra en Barrancabermeja, se han vuelto obsoletas e ineficientes y eso, obviamente, encarece el producto para el consumidor).

Sigamos en este viaje a bordo de un galón de gasolina. A renglón seguido, después de producir y refinar el galón, Ecopetrol paga 1.700 pesos en gastos adicionales e impuestos a la Nación, a la que también debe transferirle parte de sus utilidades, por tratarse de su principal accionista. Cada galón le cuesta, finalmente, 3.320 pesos, aunque debería costarle 300 pesos menos si sus plantas de procesamiento fueran más eficientes.

La diferencia, sin embargo, no se pierde: se convierte en derivados, como asfalto o cocinol, que también se venden, y Ecopetrol aumenta sus ganancias.

El hipernegocio

De manera, pues, que a Ecopetrol le cuesta 3.320 pesos un galón de gasolina. Pero a las compañías distribuidoras les cobra 5.092 pesos por el mismo galón. Los números suelen ser implacables y, a veces, aterradores: Ecopetrol gana 1.770 pesos por cada galón.

El 51% de utilidad. ¿Hay en Colombia o en el mundo alguna actividad lícita que produzca semejantes rendimientos?

En consecuencia, las compañías de distribución mayorista reciben el galón que les manda Ecopetrol. Como debe agregarle los gastos de operación, el IVA, más el impuesto global (que cambia anualmente), las famosas sobretasas regionales y un misterioso tributo llamado "margen de continuidad de procesos", el galón le sale costando al mayorista 7.895 pesos en números redondos, precio que sufre variaciones según se trate de ciudades grandes o medianas o de un pueblo.

Después, lo venden a las estaciones públicas en 8.119 pesos, lo cual significa que obtiene una utilidad de 224 pesos sobre la plata que invirtió. Es decir: una utilidad del 3 por ciento para el mayorista.
Me puse a preguntar ¿qué diablos es el extraño "margen de procesos" que tienen que pagar los consumidores de gasolina? Es un impuesto destinado a remunerar a Ecopetrol por las inversiones que hace. Pero Ecopetrol ya es una empresa con accionistas particulares, sigue vendiendo exitosamente más acciones y aspira vender un total de 30% en los próximos años.

-Cuándo se ha visto -comenta el senador Velasco- que los ciudadanos tengan que pagarles un impuesto a inversionistas privados para que desarrollen su negocio.

Me quedo pensativo. Es como si tuviéramos que pagarle impuesto al propietario de una fábrica de camisas para que compre botones.
Por fin, después de tantos desvelos para armar el rompecabezas, nuestro entrañable amigo, el galón de gasolina corriente, llega a la estación donde usted tanquea el carro.

Tomemos como ejemplo una bomba cualquiera, ya que los precios varían según las regiones o las ciudades o las sobretasas.

La sobretasa que usted paga no se la liquidan por el costo inicial del galón, sino por el precio final, es decir, después de haberle agregado impuestos, marcaciones y otras arandelas fiscales. Lo que significa, amigo mío, que, al pagar la sobretasa, el colombiano que compra gasolina es el único ciudadano que paga impuestos sobre los impuestos que ya pagó. (Parece una cantinflada, en conmemoración de los 100 años del nacimiento de Cantinflas.)

Prosigamos nuestro viaje. El dueño de la bomba, que compró el galón de corriente a 8.119 pesos, incurre en gastos adicionales, como el alquiler de la estación -algunas son de propiedad del mayorista-, nómina de empleados, servicios públicos, más impuestos. Finalmente, las normas del Gobierno establecen que el precio máximo al público en este momento, por un galón de gasolina corriente, es de 8.635,54 pesos.

Como no todas las estaciones cobran el precio más alto ni el más bajo, eso traduce, en buen romance, que el de la bomba se gana en promedio alrededor de 430 pesos por galón: una utilidad del 5 por ciento.

Al terminar este largo recorrido, con la cabeza llena de cifras y a punto de marearse, uno se pregunta dónde diablos se quedó la plata que los colombianos pagan por el galón de gasolina. La conclusión, aunque el ministro Rodado siga frunciendo el ceño, es la siguiente:

-Ecopetrol (cuyo máximo accionista es el Estado) se gana 51% en cada galón.

-El Estado (a través de los impuestos) se queda con 27%.

-El distribuidor mayorista (Esso, Texaco, Mobil, Terpel, etc) gana 3%.

-El minorista de la bomba recibe 5%.

-Los transportadores de combustible, 4%.

-El "margen de continuidad" agarra su 1%.

-Para los vendedores de etanol (ya que algunas variedades de gasolina colombiana tienen que mezclarse con etanol), el 8%.

Y el 1% restante es lo que se pierde por efectos de la evaporación. Hagan la suma.

Epílogo
A mi amigo, el que toma jugo de patilla, le mandé ayer este mensaje: "Tenías toda la razón. El perro más gordo es Ecopetrol y por eso no se le pegan las pulgas. Mis compadres de San Bernardo del Viento te mandan saludos".

JUAN GOSSAÍN
ESPECIAL PARA EL TIEMPO

viernes, 12 de agosto de 2011

Sin olvido para Jaime Garzón: 12 años de su asesinato y el camino de las investigaciones

Tomado de verdadabierta.com.

Con base en las declaraciones de varios ex jefes paramilitares y otras pruebas recogidas durante la investigación del asesinato del popular humorista y periodista Jaime Garzón en la madrugada del 13 de agosto de 1999, los abogados que representan a la familia como parte civil en el proceso pidieron a la Fiscalía vincular como posibles instigadores del crimen a los generales retirados Harold Bedoya, Jorge Enrique Mora Rangel y Rito Alejo del Río.

En una rueda de prensa este miércoles, que tuvo lugar cuando finalizó la conmemoración de los 12 años de la muerte de Garzón, la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo y la Comisión Colombiana de Juristas, abogados de los Garzón, dijeron que su larga investigación “pudo constatar que el asesinato de Jaime Garzón había sido encomendado por Carlos Castaño Gil al grupo de sicarios ‘La Terraza’, por orden de altos oficiales del Ejército, siendo José Miguel Narváez el contacto entre ambas partes”.

Los abogados anunciaron además que, como el asesinato ha quedado en la impunidad, pues no ha habido una investigación completa del caso y los resultados han sido siempre parciales, a nombre de la familia Garzón presentarán una demanda en contra del Estado colombiano ante la Corte Internacional de Derechos Humanos de la OEA.

En días pasados la Fiscalía había acusado al ex subdirector del DAS José Miguel Narváez como presunto determinador del asesinato del periodista. En 2004  la justicia condenó al comandante de las AUC, Carlos Castaño Gil, como autor intelectual del hecho. El fallo nunca se hizo efectivo, y el mismo año de la decisión judicial el líder paramilitar fue asesinado.

Los abogados dijeron además que antes de ser asesinado “Garzón venía siendo víctima de hostigamientos y temerarios señalamientos por altos mandos de las Fuerzas Militares, en particular, del general Jorge Enrique Mora Rangel, quien tildaba al periodista de ser amigo de la guerrilla.” El general Mora fue comandante del Ejército durante el gobierno de Pastrana.

Entre las pruebas que los abogados tienen está una carta fechada de 22 de mayo de 1998 Garzón le escribió a Mora Rangel: “General no busque enemigos entre los colombianos que arriesgamos la vida a diario para construir una patria digna, grande y en paz, como la que yo quiero y por la que lucha usted”.

Según le dijo después el mismo general Mora a la revista Semana, él no contestó esa carta porque no le dio importancia a una carta, cuyo original no llegó a sus manos. En esa misma entrevista, el general negó rotundamente que las averiguaciones que él había pedido al Zar Antisecuestro que hiciera sobre las labores humanitarias que venía cumpliendo el periodista para la liberación de secuestrados, tuvieran algo ver con su muerte. Dijo además que le encantaba ‘Quac’, el programa de humor en el que Garzón se burlaba de todos, incluidos los militares, con un personaje que daba los partes del “Que mando central” en tono tropero.

También aportan un cable de la Embajada de Estados Unidos en Bogotá al Departamento de Estado de agosto de 1999, enviado con motivo del asesinato de Jaime Garzón. En éste citan a una fuente que asegura que “Garzón le contó que había organizado una reunión con el general Mora por la reacción negativa de este ante los esfuerzos de Garzón para ayudar en una posible negociación entre el gobierno y la guerrilla del ELN. El general Mora no se presentó a la reunión y en su lugar envió al general Rito Alejo del Río.

En  la comunicación de los diplomáticos estadounidenses también se cita a otra fuente que asegura que “el general Rito Alejo regañó duramente a Garzón por su intervención como gestor de paz, diciendo que en el mejor de los casos estaba siendo utilizado por los guerrilleros. Garzón salió muy afectado por las demostraciones de rabia del general.”

Y además se sostiene que Jaime Garzón y el general Mora Rangel se reunieron en una ocasión posterior. El mismo cable registró que luego del asesinato “Francisco Santos, uno de los periodistas más leídos en el país, señaló que en el caso del asesinato de Garzón no existían dudas de que los responsables eran militares de la extrema derecha.”. (Vea el cable aquí)  (Santos después fue vicepresidente de la República entre 2002 y 2010).

Esta columna, según el mismo cable, desató una polémica. La cúpula militar del momento que pidió a Santos públicamente dar a conocer las pruebas que tenía para hacer semejantes afirmaciones. Igualmente el cable señala que el 18 de agosto el ex Ministro de defensa Rafael Pardo apoyó los señalamientos de Santos diciendo que había sido testigo en mayo de ese mismo año de las quejas dadas por Garzón al ministro de Defensa Rodrigo Lloreda porque el general Mora estaba haciendo una campaña de difamación en su contra.

Los abogados del Colectivo y de la Comisión señalaron también a Harold Bedoya como miembro del grupo de altos oficiales que, según sus investigaciones, instigó el asesinato de Garzón. En 1999, cuando sucedió el crimen, el general Bedoya, que fue comandante del Ejército bajo el gobierno de Ernesto Samper,  ya se había retirado y ya había sido candidato a la Presidencia en 1998 por el Movimiento Fuerza Colombia.

“El DAS y los servicios de Policía Judicial Nacional (Sijin) fraguaron una versión del crimen con falsos testigos, algunos de ellos informantes del DAS”, recordaron los abogados, algo  que la propia justicia confirmó en un fallo en el cual tumbó lo actuado en el caso Garzón porque descubrió las irregularidades. Ellos explicaron que, a pesar de sus demandas, la Fiscalía insistió en esta línea investigativa “descartando otras posibilidades que conducían a una presunta responsabilidad de funcionarios estatales”.

Otros antecedentes
Luego de la acusación a Carlos Castaño por parte de la Fiscalía en el 2002, el caso se estancó pues tanto los juzgados del Circuito Penal, como los del Circuito Penal Especializado de Bogotá, rechazaron el caso y se declararon impedidos para juzgarlo.  La Corte Suprema de Justicia reasignó el caso nuevamente al Circuito Especializado de Bogotá.

En noviembre de 2004 el Juez Séptimo Penal Especializado de Bogotá condenó a Carlos Castaño a 38 años de cárcel por el asesinato de Jaime Garzón y ordenó a la Fiscalía comenzar la investigación de nuevo. Así mismo pidió a investigar la conducta de los agentes del DAS que habían investigado el caso y de cuatro testigos que rindieron falsos testimonios dentro del proceso, y la presunta participación de uno de ellos en la muerte de un testigo.

Según los abogados dijeron en la rueda de prensa, “la Fiscalía no adelantó ninguna investigación que permitiera develar la farsa y desviación auspiciada por los funcionarios del DAS.”. Consideran que “tal vez la razón se encuentra en la vinculación al DAS de José Miguel Narváez, en 2002 como asesor externo de la Dirección General y en 2005 como subdirector nacional”.

Sólo hasta el 2009, luego de las declaraciones de los ex jefes paramilitares y gracias al proceso de Justicia y Paz, se pudo avanzar en la investigación, en la que se involucró a José Miguel Nárvaez por el homicidio.

La familia de Garzón resumió en forma dramática la situación del caso: “Doce años después del asesinato de Jaime aún no se ha establecido toda la verdad, ni identificado y, menos aun, procesado a todos los responsables del crimen.”.


jueves, 4 de agosto de 2011

Santos: goles, balas, culos y tetas

En los últimos meses el Gobierno colombiano y Cerveza Águila —la franquicia nacional de la multinacional SabMiller— unieron fuerzas en torno a la Selección Nacional de Fútbol. Las campañas publicitarias de ambas empresas van tan de la mano que no es posible distinguir quien trabaja para quien.


El 16 de Junio en la Casa de Nariño se celebró un evento nocturno en la Plaza de Armas que es prueba del trabajo mancomunado entre ambas compañías: el presidente de Colombia le entregó "La bandera de la alegría" al director técnico de la selección y al presidente de la Federación Colombiana de Fútbol. Santos comenzó su discurso agradeciéndole a otro presidente presente, a Richard Rushton, de la nación de la cerveza: “Quiero saludar muy especialmente al Presidente de Bavaria, quien con su generosidad ha hecho posible este evento y este proceso que se inició aquí en el Palacio hace unas semanas, y que está agarrando una fuerza inusitada, que nos va a llevar a cumplir el objetivo."


Era claro que la "fuerza inusitada" no se debía al espíritu santo o al agarre de Santos sino a una amplia campaña de mercadeo de la cervecera que durante 41 días puso avisos en todos los medios pidiéndole mensajes de apoyo a los hinchas para imprimirlos en "La bandera de la alegría" que iba a ser entregada a la selección: "Ustedes son unas de las pocas alegrías que tiene este país", "Muchachos, cuando los veo jugar me siento orgulloso de ser colombiano", "Yo anhelo que podamos recuperar esa alegría de nuestro fútbol", "Eres mi selección y te amo con todo mi corazón", fueron algunos de los 88.000 mensajes impresos en una bandera de 40 por 70 metros.
Esta breve y exitosa campaña logró más de "428.000 fans" en el Facebook de Águila. Pero no solo la empresa cervecera obtuvo réditos para el posicionamiento de su marca, el presidente Santos también hizo lo propio para obtener créditos políticos y sumarlos a su franquicia de la "Unidad Nacional". En su discurso banderizo de esa noche dejó claro cual era el objetivo a cumplir: "Una bandera, un país, un equipo. Colombia campeona." Un fraseo no muy lejano al de "un pueblo, un reich, un líder" pregonado por Hitler como lema de la unidad nacional de la Alemania Nazi.

Luego vino una finta retórica y el puntero Santos se descolgó por la banda lírica, atravesó el medio campo de la historia, mencionó el caso del presidente Mandela en Sudáfrica, que usó la coyuntura de un campeonato mundial de rugby para unir al país en torno a la victoria de la selección nacional. Santos, ya en el área de candela, invocó el poema Invictus que se recitaba a sí mismo el  líder sudafricano en sus años de prisión y disparó: "No importa cuan estrecha sea la puerta, cuan cargada sea de castigo la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma".
¡Gol!, esa noche el presidente de Colombia marcó un tanto que seguro compartió en los camerinos con el presidente de Águila y los representantes de la multinacional sudafricana que, por banda y banda —lo comercial, lo nacional—, sintieron como propio.

Días después Santos intentó hacer lo mismo pero marcó un autogol. Hizo presencia en Corinto tras un ataque guerrillero a varios puntos de la zona y ahí mismo, en la plaza del pueblo, orquestó una intervención televisada en la que le pasaban una llamada con el director técnico de la Selección Colombia. El presidente, celular en mano, en vivo y en directo le decía al Bolillo Gómez: ""aquí estamos para defenderlos, aquí estamos para acompañarlos, y que ánimo que hoy que acabamos de ganar el partido con Bolivia pasamos por primera vez en la historia, tengo entendido, como el número uno del grupo a los cuartos de final. Entonces, un motivo para celebrar. Creo que Corinto le dio una buena espina a nuestra Selección".
La jugada ventajosa de Santos generó varios interrogantes, el blog labobadaliteraria los detalló así: "¿Entonces un atentado guerrillero es un amuleto de buena suerte? ¿Quiere decir esto que los guerrilleros estaban haciendo patria? ¿Invitará Santos ahora a arrasar con un pueblo cada vez que la selección tenga partido? ¿Colombia nunca había pasado de primero en la Copa Marica, aún con tanto atentado que se hacía en otros tiempos oscuros y lejanos? ¿No que su gestión como Ministro de Defensa casi acaba con la guerrilla?"
Días más tarde, la selección Colombia sería la encargada de dilapidar en fútbol lo que Santos y Águila conseguieron atesorar en propaganda. En un partido en el que la escuadra tricolor lo tuvo todo para ganar, perdió. Incluso el goleador del equipo falló un penalti. El paso a las semifinales de la Copa América fue para el onceno inca. Sin embargo, en juego largo hay desquite, y si bien se perdió la posibilidad de celebrar un 20 de julio con marchas militares y fervor patrio jumado bajo los efectos de las guerras simbólicas del fútbol, ya vendrán otras oportunidades para que las empresas del estado y las cerveceras agiten el patriotismo de la masa para hacer subir la espuma de sus índices de popularidad: el Mundial de Fútbol Sub 20, las eliminatorias al Mundial de Futbol 2014 en Brasil…

Pero en caso de que la Decepción Colombia de Fútbol siga obstinada en reflejar con su juego la realidad del país, a Santos le queda la misma opción que le quedó a SabMiller: las Chicas Águila. Santos podría optar por esta estrategia dada su capacidad para pasar de las balas al fútbol sin que se le mueva un pelo.
Las Chicas Aguila, "una de las estrategias de posicionamiento de marca más exitosa en la publicidad colombiana". Según la revista Publicidad y Mercadeo son un icono nacional que desde 1995 busca "acercar a los consumidores colombianos a la marca a través de un grupo de bellas mujeres que complementaran su ya recordado slogan, "sabor, cuerpo y color"."
Tan exitosas son las Chicas Aguila que SabMiller, la empresa que compró a Bavaria en 2005 —o bueno, que se fusionó"por absorción" con el Grupo Santodomingo—, ha tenido que olvidar su puritanismo en aras de mantener el negocio andando. Palabras como las de Mark Luce, vicepresidente de mercadeo de SABMiller Latinoamérica, que en 2007 prometía cambiar de estrategia de promoción al firmar un acuerdo de autoregulación que pretendía excluir el sexo de la publicidad de bebidas alcohólicas, han quedado en el olvido: "Nuestro mercadeo tiene como base la mujer como consumidor inteligente, y no como objeto". Los negocios son los negocios, parece que a falta de goles, buenos son culos y tetas.
También a Santos, el gran propagandista, el audaz periodista, el habilidoso jugador de poker, le queda este as bajo la manga. Tal vez en sus próximas actuaciones oficiales introduzca algunos cambios en la presentación de sus productos ideológicos. A falta de goles…





miércoles, 3 de agosto de 2011

Un libro llamado ZOOM

Vaya descendiendo para ver la imaginación del pintor.




























































Los seres humanos son criaturas muy pequeñas, no?
Entonces no se preocupe tanto con todas las cosas,
aproveche cada momento, haga todo lo que desea hacer...
Amplíe su mirada, amplíe su mente,
No se preocupe tanto con cosas que le aburren,
Aproveche su vida con amor, seguridad y paz,
Esté siempre feliz con cada día que nace...
Aproveche la puesta del Sol...
Siempre mire el lado positivo de las cosas...
Y tenga certeza, que siempre existe el lado positivo,
aunque todo parezca malo.
Y aunque todo parezca tan grande conforme la representación del pintor, todo es pequeño. Existe algo mayor. La vida!!!
 

El sociópata que disfraza su rabia

Para nadie medianamente informado acerca de los desórdenes de personalidad, patología de pésimo pronóstico, es una noticia nueva que el expresidente Uribe padece algunos de estos, y esa mezcla malsana es explosiva para un país que trata de recuperarse de ocho años de corrupción rampante, ineficacia, componendas, autoritarismo y mentiras.

Creo que al exmandatario lo aquejan, y siempre lo he pensado, desde su primera campaña llena de sonrisitas melifluas, ojos de plato que no miran a nadie a la cara y manita floja, que trataban en vano esconder una soberbia infinita, una rabia almacenada y reprimida por años (no tengo idea de su infancia ni me importa), un narcisismo extremo y una obsesión por el poder anormal. Dispuesto a todo con tal de llegar a su meta: Ganar, perpetuarse. Manejar los hilos debajo de cuerda y culpar siempre a chivos expiatorios. Lavarse las manos empuercando la de sus áulicos y subalternos sin ningún remordimiento.

Pero la cuerda se rompe por lo más delgado y esta vez su afán de proteger al discípulo amado, a su clon, por quien profesa un afecto irracional, lo llevó a saturar el vaso, a derramarlo. Su intento de promover una marcha, ya cancelada, hubiera constituido el resultado mas grotesco de cuantos se han dado en esta república bananera y el Ex hubiera vivido el mayor ridículo. Su intento, insisto, ya es prueba contundente de que no está en sus cabales y los desordenes mentales le están sacando ventaja.

Es, por decir lo menos, una falta de respeto esa obsesión por no dejar gobernar al nuevo presidente. Es grotesco que su totalitarismo de ocho años quedara reducido a palabras insultantes de twittero de dudosa sintaxis. Es una vergüenza que quiera seguir gobernando, tratando de justificar los escándalos de su exministros y subalternos, escondiendo la cara y no enfrentando la justicia, reconociendo que fue él y solamente él ,el que estuvo a cargo de la batuta, ordenando a sus músicos a entonar o desentonar a su antojo.

Estoy convencida de que Álvaro Uribe es un sociópata camuflado. Condición de aparente normalidad, a la que los psiquiatras franceses, como anota el doctor Carlos Climent en su libro Los tiranos del alma, le dan el nombre de “insania moral”, folie lucide o locura lucida y “manía sin delirio”. Iguas, un amigo sicólogo basó su tesis de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid sobre “El carácter socipático de Álvaro Uribe Vélez”. Tesis además, laureada.

Esta enfermedad “es de curso crónico y pésimo pronóstico que se evidencia desde temprano en la vida por medio de violaciones de todas las normas establecidas, y la mentira sistemática”. “ Estas personas no aceptan normas impuestas por la sociedad, pues carecen de conciencia moral y principio éticos [...] Desconocen sus deudas y obligaciones [...] Siempre consideran injustas las sindicaciones que les hacen. La responsabilidad es de los demás, nunca de ellos”. En comillas cito Tiranos del Alma. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

martes, 2 de agosto de 2011

Burócratas se burlan de miles de indígenas colombianos cambiándoles su nombre

En un abuso del poder burocrático que sobrepasa todo exceso imaginable, miles de indígenas colombianos pertenecientes a la etnia wayuu pierden su nombre original a cambio de otros como Cosita Rica, Alka Seltzer, Coito o Raspahierro.
Con la supuesta intención de registrar oficialmente a miles de miembros de la etnia wayuu, funcionarios del Registro Civil colombiano se acercaron a los indígenas para tramitarles su cédula de identidad, documento necesario para votar en las elecciones y que, al parecer, revela la intención secreta de estos censores: utilizar políticamente a los wayuu lucrando con la indiferencia pública en la que viven.

Como era de esperarse teniendo en cuenta el nivel de marginación que en casi toda América Latina sufren los llamados pueblos originarios, prácticamente ningún wayuu entendió las preguntas que en español les hacían los recién llegados, pero éstos, en vez de explicarse o buscar la manera de hacerse entender, aprovecharon la ocasión para mofarse de los indígenas imponiéndoles nombres como Tarzán, Marilyn Monroe, John F. Kennedy o Bolsillo y registrándolos así en la cédula de identidad, burlándose al mismo tiempo de las personas y también de toda la tradición que ellos han conservado a lo largo de los siglos y que en un acto de misteriosa preferencia viene a cifrarse en un nombre.

Esta situación fue denunciada en un primer momento por Esthercilia Simanca, abogada y escritora wayuu y autora del libro Manifiesta no saber firmar, mismo que después inspiró a Priscila Padilla para dirigir el documental Nacimos el 31 de diciembre. En ambos se relata y se recogen testimonios de este vejatorio empadronamiento padecido por al menos cinco mil indígenas wayuu. Por cierto, ambos títulos aluden a las leyendas que se repiten en todas estas credenciales: “nació el 31 de diciembre” y “manifiesta no saber firmar”, con las cuales los funcionarios evadieron toda responsabilidad de indagar los verdaderos datos del registrado.
Aunque el director del Registro Civil, Jin Anthony Cotrino Sossa, reconoció que dichas cédulas existen, dijo también que basta la huella de la persona para que el documento y el nombre ahí asentado sean legales, sin importar cuál sea porque no existe una ley colombiana que, como la promulgada recientemente en Nueva Zelanda, restrinja la elección del nombre, sin tomar en consideración las muchas y evidentes señales de la franca voluntad de escarnio por parte de los burocrátas.

La etnia wayúu habita en la península de La Guajira, una región costera del Caribe que comparten Colombia y Venezuela. Se dice que es, hasta la fecha, un pueblo indómito, porque nunca pudo ser sometido por ningún conquistador. Su notable espiritualidad dio origen a una fuerte tradición chamánica y de oniromancia que todavía practican.

El siguiente video documental Nacidos el 31 de diciembre narra lo sucedido y recoge testimonios de los wayuu.
http://vimeo.com/24148560




Nacimos el 31 de diciembre from Priscila Padilla Farfan on Vimeo.



Blackberry y su etimología

Fuente: Eldiario.cl

Con este título recibí un correo que llamó mi atención, en él, Norberto Lacarriere, nos habla del “origen” del nombre del aparato de más demanda en nuestros días –que en español significa “cereza negra”- indica que el blackberry lleva implícita la referencia que distinguía a los siervos de los amos: La bola de hierro oscurecido en forma de dicho fruto, encadenada al tobillo del esclavo, impedía su libertad; pero que hoy gente de todas razas y estatus viven atados “de pies a cabeza”a ese equipo de telefonía.

La otra versión de la historia señala que en 1998, RIM estaba listo para lanzar su nuevo producto tecnológico pero hacía falta un nombre, así que contrataron expertos exitosos en la industria, uno de los expertos pensó que las teclas del smartphone parecían semillas y se propusieron varios nombres de frutas, al final escogieron “blackberry”.(Fuente: Infobaeprofesional.com).

Cuál de ellas es la verdadera, de seguro que la última; aunque la primera nos hace reflexionar sobre la dependencia que acarrea el uso de este pequeño aparato; que a la postre es una nueva forma de esclavitud (control), sino miren a su alrededor y podrán observar cómo sus amigos se pasan con los dedos y la mirada perdida en este pequeño navegador, que los man-tiene entontecidos o “conectados”, como ellos dicen, a su trabajo (jefe o empleados), proveedores, clientes, estudiantes, familia, amigos, etc.
No importa el puesto que ocupes, la oficina está incrustada en la palma de la mano y la llevas contigo al almuerzo, cena, cama, baño, carro, aula, salón, reuniones, calle. La hora de compartir con la familia o amigos es un mito, no existe, todos están con la “cereza negra” en la mano, enviando o recibiendo “e-mails”. Prácticamente los que no contamos con esta tecnología estamos perdidos, no existimos y si queremos que nos hagan caso debemos mandar, con nuestros obsoletos celulares, un mensaje indicando que estamos allí frente a ellos. Me contaban amigas que cuando llegan de visita sus hijos, lo único que alcanzan a decir es “hola mamá”, “chao mamá”; el resto del tiempo su atención está entre sus manos pero a kilómetros de ahí.
Ahora entiendo por qué me he negado a adquirirlo, será que detesto todo aquello que implique una atadura o control. Andar con el celular ya es un fastidio, vivimos acelerados, pendientes de cada timbre o sonido que emiten los dichosos aparatos, no me imagino con grilletes en los tobillos, debe haber sido lo más horrible; tampoco quiero cerezas negras en mis manos.

Correo original:

En la época de la esclavitud en los Estados Unidos, a los esclavos nuevos se les ataba una bola negra de hierro muy irregular y cacariza (no era una bola perfecta, para que no pudiera arrastrase fácilmente), con una cadena y un grillete al pie, para que no escaparan corriendo de los campos de algodón.

Los Amos, para usar un eufemismo (palabra políticamente más correcta, suena más bonito), le llamaban “BlackBerry” (cereza negra) porque se asemejaba a dicha fruta. Ese era el símbolo de la esclavitud que decía que estaría forzado a dejar su vida hasta perecer sin poder escapar en esos campos de siembra.
En los tiempos modernos, a los nuevos empleados no se les puede amarrar una bola de hierro para que no escapen, en cambio, se les da un “BlackBerry” y quedan inalámbricamente atados con ese grillete, que al igual que los esclavos, no pueden dejar de lado y que los tiene atados al trabajo todo el tiempo. Es el símbolo moderno de la esclavitud.

Gerentes, ejecutivos, y empleados en general (esnobistas y fanaticos del consumismo y la moda; y en general los que permiten imponer el mostrar ser alguien a travez de objetos) tienen uno y cualquiera puede ver cómo están pegados a él todo el tiempo, como adicción; en el baño, en el auto, en el cine, en la cena, al dormirse y no hay forma de escapar cuando llama el jefe o cuando les mandan correos.

No hay manera de decir que no te llegó o que no escuchaste porque este teléfono chismoso te avisa si llamaron y no contestaste, si tienes mensajes por leer, si los leíste y si los demás abrieron tus correos, te marca citas, horarios, te despierta, se apaga solo, se prende solo, y te permite estar idiotizado horas en la Internet, mientras tu esposa, esposo, novia o novio y tus hijos y familia te reclaman porque no les pones atención. Y ahí los ves, modernos ejecutivos que se sienten muy importantes porque “el jefe” les dio su BlackBerry para que no escapen de los campos de trabajo.

Fuente: Te atreves a despertar