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lunes, 18 de octubre de 2010

Redemption Song, Bob Marley



 
“Emancipaos de la esclavitud mental;
nadie excepto nosotros puede liberar nuestras mentes.
No temáis a la energía atómica,
pues ninguno de ellos puede parar el tiempo.
¿Hasta cuándo matarán a nuestros profetas,
mientras nosotros nos hacemos a un lado y miramos?
Algunos dicen que es lo que hay:
debemos satisfacer el plan (cumplir con la agenda).”
Bob Marley, Redemption Song

Redemption Song (en español Canción de Redención, de expiación, o de liberación), fue escrita por el cantante Jamaicano Bob Marley en 1979. Posiblemente, es una de las canciones más sencillas y efectivas que se hayan compuesto e interpretado. Quizá ahí resida su fuerza, en su poca pretenciosidad.
Marley se erigió como un líder filosófico que usaba la música como medio de transmisión de sus ideales. De creencias Rastafari, se caracterizó por un lenguaje llano y directo, universalista, y plagado de referencias a símbolos comunes en todas las religiones, como la unión entre los hombres, la igualdad, el amor fraternal, la paz… fue un gran activista pro derechos humanos, creía en un mundo mejor y así lo expresaba.
Redemption Song conjuga varios de esos elementos. Sobre todo porque sintetiza, en apenas dos estrofas y un estribillo, un mensaje difícil de transmitir de un modo ortodoxo: la revolución del futuro y el poder que cada uno de nosotros tiene para llevarla a cabo. El poder personal frente al poder institucional, el poder interno frente al poder externo, el poder del alma frente al poder de lo establecido.
Marley expresó un bello y poco convencional carácter beligerante; pacífico, pero claro, duro y contundente. Descendiente de esclavos africanos, sabía perfectamente como el mundo está dividido en ricos y pobres en función de los intereses de unos pocos. Hijo de un hombre blanco y de una mujer negra, sufrió desprecio por ser mulato. Jamaica había sido una colonia inglesa, y los negros todavía sufrían los efectos del racismo y la diferencia.

Pero en lugar de batallar por grupos o colores, Marley centró siempre su discurso en la unión y la paz. Se abocó de lleno en su propio país, inmerso en problemas políticos graves y en una guerra civil callejera, declarándose apolítico y usando su fuerza mediática para intentar unir los dos bandos enfrentados.
En una de esas ocasiones, aceptó participar en un concierto benéfico en Kingston. Algunos sectores interpretaron que con ello Marley se acercaba políticamente al Primer Ministro del momento, Michael Manley. Dos días antes fue atacado en su casa y tiroteado junto a su mujer y su mánager. Se salvaron por poco, y él concretamente estuvo a punto de morir, pues una de las balas le hirió muy cerca del corazón.
Al cabo de dos días, aun convaleciente, Marley asistió al concierto y actuó. Al subirse al escenario dijo: “Las personas que intentan que este mundo sea un lugar peor no descansan nunca, ¿por qué entonces iba a hacerlo yo? Ilumina la oscuridad”.

Este ejemplo sirve para entender cuán importante era su figura, y la gran influencia que ejercía en sectores que reivindicaban un mundo más justo y equitativo. Algunas versiones cuentan que los que realmente intentaron matarle fueron agentes de la CIA. La administración americana estaba preocupada por el erigir de una figura tan relevante, por las conexiones con pueblos como Cuba, y la influencia que podía ejercer en los propios negros estadounidenses, pues Marley era también un negro descendiente de esclavos.
En Redemption Song resume de manera estupenda todo ello. Su origen, el antiguo modus vivendi de su gente, sus raíces, y el modo de ir hacia adelante con todo ello, sin rencores pero con rebeldía, rompiendo desde uno mismo las barreras impuestas, desde su interior.
Parte de la canción está inspirada en un discurso del líder Panafricano Marcus Garvey:
“Nosotros emanciparemos nuestras mentes de la esclavitud mental, mientras otros quizá liberen su cuerpo. Nadie más que nosotros puede liberar la mente. La mente es tu gobernante, soberana. El hombre que no es capaz de desarrollar y usar su mente está obligado a permanecer esclavo de otro hombre que sí la usa…”
Ésta és la letra:
INGLÉS: Old pirates, yes, they rob I;
Sold I to the merchant ships,
Minutes after they took I
From the bottomless pit.
But my hand was made strong
By the ‘and of the Almighty.
We forward in this generation
Triumphantly.
Won’t you help to sing
This songs of freedom
‘Cause all I ever have:
Redemption songs;
Redemption songs.
Emancipate yourselves from mental slavery;
None but ourselves can free our minds.
Have no fear for atomic energy,
‘Cause none of them can stop the time.
How long shall they kill our prophets,
While we stand aside and look? Ooh!
Some say it’s just a part of it:
We’ve got to fullfil the book.
Won’t you help to sing…
ESPAÑOL: Viejos piratas, sí, robar a mí.
Vender a mí a los buques mercantes.
Minutos después sacar a mí,
del pozo sin fondo.
Pero mi mano fue hecha fuerte,
por la mano del todopoderoso.
Avanzamos en esta generación,
triunfantemte.
¿Vas a ayudarme a cantar,
estas canciones de libertad?
Son lo único que he tenido.
Canciones de redención.
Canciones de redención.
Emancipaos de la esclavitud mental;
nadie excepto nosotros puede liberar nuestras mentes.
No temáis a la energía atómica,
pues ninguno de ellos puede parar el tiempo.
¿Hasta cuándo matarán a nuestros profetas,
mientras nosotros nos hacemos a un lado y miramos?
Algunos dicen que es lo que hay:
debemos satisfacer el plan (cumplir con la agenda)
¿Vas a ayudarme a cantar…
En la primera parte de la primera estrofa Marley usa el inglés del el modo en que los esclavos africanos lo hablaban. Hemos intentado imitar con la traducción la sensación que él quería transmitir.

Esta revolución, el zafarse de la esclavitud reinante, es un acto interno. Evidentemente dicha esclavitud es invisible, de cadenas invisibles, y mayoritariamente basada en conceptos e ideas. El sistema sabe que ya conocemos la esclavitud clásica, con cadenas físicas. Por tanto, usa otro tipo de ataduras, que no detectamos, y a las que contradictoriamente nos adherimos creyendo que esa es la realidad.
Marley parte de la imagen de los esclavos en los barcos, la venta de seres humanos, el maltrato, y la superpone a una idea de liberación interna. Es como si quisiera decir que por mucho que nos hayan hecho creer que esa esclavitud es una condición real, no lo es.

Tú puedes liberarte de todas las cadenas impuestas. No eres un esclavo. Al igual que Mandela, que estuvo preso durante años y en su interior siempre fue libre. Todos y cada uno de nosotros puede redimirse de haber acatado esas condiciones alejadas de los propósitos reales del ser humano. Cada uno de nosotros goza del poder. Aunque todavía creemos que el poder reside en salir a la calle y manifestarnos. Creo modestamente que ese tipo de ejercicios están caducos, y que refuerzan aún más un sistema que vive de ellos. Nos sitúa en su cara opuesta, y nos tilda de “enemigos” o “insolidarios”, convirtiéndonos en el otro bando y reforzando la ya clásica trampa de la polarización.

Internamente, nadie puede hacerte nada. Podemos desatarnos de todo. Podemos no comulgar, no aceptar, dar rienda suelta a una revolución por nuestros actos, pensamientos e emociones, no por nuestra belicosidad. Marley entendía ese concepto y instaba mediante su música y sus letras a emanciparse de este Status Quo que nos atenaza.

Sería una pena que mensajes como el suyo quedaran diluidos en el tiempo.

Publicado en El Blog Alternativo: Three little birds, de Bob Marley
Más información Bob Marley: Web oficial, Myspace, Wikipedia

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